Adueñar

Fríamente sudan las manos, una voz se adueñó de mi alma. Impaciente se revela la aurora en lo más alto, claramente se puede contemplar el iris reflejado en un vaso de agua, cuando sin notarlo, desperté de este mi sueño, pues, "no existen los vasos de agua", continúe con mi naufragio tratando de encontrar alguna solución pero solo me rodee de vacío. Siento la necesidad de correr y lanzarme de una montaña para sentir la adrenalina viajar sobre mi cuerpo y experimentar el miedo al ver como muero, necesito tumbarme debajo de un puente para esperar a que un auto corra sobre mí. Al centrarme en mis pensamientos, una voz dulce y cálida eriza mi piel, aquella voz que despierta mi alma, puedo observar cómo es que mis ojos desesperan por encontrarse con los tuyos, quizá divague por las calles, por cualquier lugar, pero mi corazón contigo esta. Necesito escuchar más frecuentemente tu risa, entrar en tu pasado y sanar heridas. La variante de ser feliz solo es una respuesta, me encontraba perdido en la soledad, tenía mis ojos cerrados yo no podía mirar, respirar, suspirar y saber que no estas, siento un vacío en el alma, muero por tu compañía que me da la calma, saber que mi cuerpo no ve tu silueta es como una noche en vela sin estrellas, tu respirar, tu aliento, aquel aliento que respiro por cada suspiro, cuando el suspiro es inhalar la distancia entre los dos. Me pierdo en mi pensamiento, me extravíe pensando en ti, me quedare en el suelo y escalare por tu tallo hasta llegar tocar el cielo, hasta besar tus pétalos, viajare sin detenerme aunque las espinas que rodean tu rostro lastimen mi cuerpo pero aunque lleve tiempo, besare los pétalos de tus labios, sentir tu piel, la textura perfecta. Una voz se escucha perdidamente entre mis pensamientos, solo quiero saber que esa voz cautivante es una mirada que necesitaba mi palpitar, saber que su perfume es una mirada que con el espacio se confunde, espacio tan infinito, espacio tan único, espacio tan grandioso en donde me da gusto volverme a perder.
No sé cómo terminar si tú no te adueñas de mí.